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ALUMINIO: El aluminio es un material maravilloso si de calor se trata, estas sartenes tienen la capacidad de cocinar de manera uniforme los alimentos. Son una excelente opción para cocinar SIN GRASA.
ACERO INOXIDABLE: Este material, no tóxico, se diferencian de la mayoría al tener más durabilidad, pues, no se oxidan con tanta facilidad, además, a la hora de limpiarlas es más fácil si se compara con otros materiales.
HIERRO FUNDIDO: El hierro fundido esmaltado tiene poco mantenimiento, no necesita de mucho aceite para cocinar, pero se debe tener en cuenta que la mayoría pueden resultar algo costosos en comparación con las sartenes fabricadas en otros materiales.
Si tenemos placa de inducción en nuestra cocina, debemos asegurarnos de que el menaje (cacerolas, sartenes, ollas a presión, tarteras, cazos …) es el adecuado. Es decir, que sea apto para inducción.
Las placas de inducción funcionan por un principio básico de la Física que se conoce como Ley de Faraday: entre la placa y la base del utensilio (sartén, olla express, cazo, etc…) se crea un campo magnético que se convierte en calor, debido a la superficie difusora termomagnética del utensilio.
Actualmente existen también las llamadas placas de “inducción flex” en las que se puede cocinar en toda la superficie de la placa indistintamente.
Este material es fantástico para las personas que no tenemos mucho tiempo y queremos solucionar las comidas en casa de forma fácil y rápida.
Con el mal uso, las sartenes pueden perder la capa antiadherente y como consecuencia, podemos terminar con una sartén con una superficie “pelada”, por ello, es conveniente cuidarlas, evitando el calor excesivo y utensilios que puedan dañar esta superficie. Se recomienda utilizar las sartenes con utensilios de madera o silicona para no rayarlas.
Hay que destacar que este recubrimiento no es tóxico, por lo que no es peligroso si en una sartén se “pela” la capa antiadherente parcialmente.
Cualquiera de estas denominaciones sirve para referirse a una olla cuyo principio de funcionamiento es el mismo: mantener una presión por encima de la presión atmosférica, que permita incrementar la temperatura de ebullición del agua para acortar así los tiempos de cocción de los alimentos. Puede decirse, por tanto, que todas ellas son ollas express.
Aunque este tipo de designaciones para las ollas express, suele variar entre los propios fabricantes de las ollas, generalmente se conoce por olla a presión tradicional u olla express, a los modelos de ollas similares a las primeras ollas a presión que salieron al mercado, aquellas que se cerraban mediante una barra que cruzaba la tapa y se unía al cuerpo en sus extremos. Estas ollas disponen de una válvula de seguridad que, durante el funcionamiento de la olla, da vueltas y pita dejando escapar el vapor de la olla. Los modelos más recientes de ollas express, han evolucionado considerablemente desde los primeros modelos en salir al mercado, incorporando nuevas funcionalidades y diseños muy actuales.
Por otra parte, suele denominarse olla súper rápida, a los modelos más evolucionados de ollas express, que suelen cerrarse girando la tapa sobre el cuerpo de la olla hasta que coincidan los mangos de tapa y cuerpo. Estas ollas carecen de la válvula giratoria de las ollas express tradicionales, pero disponen de varios elementos de seguridad que permiten mantener la presión en el interior de la olla de forma segura. Normalmente estas ollas express llamadas súper rápidas, tienen dos niveles de cocción en base a dos niveles de presión diferenciables mediante un indicador de presión, pudiendo así elegir mayor o menor presión en el cocinado, lo que permite, por ejemplo, cocinar a una presión moderada alimentos sensibles, como puede ser el pescado, que podrían llegar a deshacerse con un nivel de presión mayor. Algunos fabricantes, sin embargo, categorizan los distintos niveles de presión a alcanzar por sus ollas, en distintos modelos con un único nivel de presión, denominando a sus modelos olla rápida, o bien, olla súper rápida según la presión, y por ende, la temperatura que pueda alcanzar la olla.
Tanto las ollas express tradicionales, como las ollas expres súper rápidas, son seguras siempre y cuando se utilicen siguiendo rigurosamente las instrucciones de uso suministradas por el fabricante y prestando especial atención a la revisión de los elementos de seguridad.
Por último, merecen mención también las ollas express eléctricas, programables o no. La diferencia de estas ollas con las anteriormente descritas es que, en lugar de usarse sobre los fogones, deben enchufarse a la red eléctrica para su funcionamiento. La principal ventaja de las ollas a presión eléctricas es la cantidad de funciones que permiten, al poder trabajar en un amplio rango de temperaturas, incluso a baja temperatura. Sin embargo, se trata de aparatos eléctricos, no simples ollas, y por tanto son más complejos de utilizar, y más vulnerables a fallos de funcionamiento.
El principio que rige el funcionamiento de una olla express es la relación existente entre presión, volumen y temperatura. En una olla express, el volumen permanece constante, sin embargo, el cierre hermético de la olla hace que al calentarse esta, la presión aumente. En condiciones normales de presión atmosférica, y a una altitud aproximada sobre el nivel del mar, la temperatura de ebullición del agua es de 100ºC, sin embargo, a mayor presión como ocurre dentro de la olla, la temperatura de ebullición del agua será tanto mayor como mayor sea el nivel de presión. Las ollas express están preparadas para mantener una presión mayor que la presión atmosférica, lo que permite que la temperatura de ebullición del agua sea superior a 100ºC, pudiendo llegar a 110ºC o 120ºC según el modelo de la olla express. De este modo, al ser la temperatura de ebullición del agua mayor que a presión atmosférica, los alimentos que se cocinen en ella requerirán un tiempo de cocción muy inferior.
Las altas temperaturas y los largos tiempos de cocción son los principales responsables de la destrucción de nutrientes durante el cocinado de los alimentos. El cocinado de los alimentos en una olla a express, si bien se realiza a una temperatura algo superior a la del hervido tradicional a presión atmosférica, el tiempo de cocinado se reduce sensiblemente. Una olla express que alcance una temperatura de cocinado mediante presión de unos 119ºC, reducirá en un 70% el tiempo de cocción con respecto al hervido tradicional sin incremento de presión. La temperatura así alcanzada, pese a ser superior a la del hervido tradicional, es muy inferior a la obtenida con otros métodos de cocinado, como la fritura o el horneado, sin embargo el tiempo de cocinado es muy inferior, motivo por el cual el cocinado de alimentos en olla express, genera menor pérdida de nutrientes que el simple hervido y otros métodos de cocción, conservando además el olor y sabor de los alimentos.
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